¡Cuántas oportunidades te da a tí la vida! Fue la afirmación con la que me despidió una gran maestra, mentora y amiga unas semanas antes de emprender el viaje... y sí! Aquí estoy, desde otro rincón del mundo, después de 8 años, nuevamente fuera de mi país reinventándome y empezando otra aventura.
Por supuesto que no estoy sola en este viaje, a diferencia de la experiencia como expatriados de hace algunos años, ahora nos encontramos con una realidad distinta: la familia es más grande, la madurez es diferente y el panorama laboral es más estable. Somos una familia reconstituida de 4 integrantes con carácter intenso, sensibles y de rápido aprendizaje. Estas últimas dos características nos hacen ser adaptables, pero en ocasiones también nos ponen el pie.
En fin, me propuse al aceptar esta nueva aventura, no echar en saco roto todos mis aprendizajes pasados y mantener vivo este espacio que me permite tanto sanidad mental, como diversión y creatividad. Y aquí estoy, retomando el hábito de poner en palabras lo que pienso, lo que siento y sobre todo, lo que vivo. Con la única y grande esperanza de compartir con algún/a lector/a allá afuera esto que ronda por mi cabeza continuamente y que por muchos años he enterrado por "falta de tiempo"....
Cuando abrí este espacio no estaban tan de moda los blogs e Instagram apenas iniciaba... recuerdo que yo les enseñé a varios argentinos a usar esta red social que ahora nos invade con influencers y "bloggers" que sólo saben editar fotos con un filtro llamativo y llenar de hashtags los buscadores para llegar a 100K seguidores!!! No, no estoy odiándolos, me gustan, me divierten, los sigo... pero a veces me cuestiono si realmente el contenido vale la pena... si ¿en serio hay tantos healthy-life-photographers-coaches en el mundo o si realmente nuestras vidas están tan vacías de historias que necesitamos ver las stories de otros para sentirnos conectados?
En estas últimas 8 semanas y media que llevo fuera de mi México lindo, no he sentido tanto el desarraigo como me sucedió cuando estuve en Argentina... no sé si sea que la vida me ha dado muchas oportunidades para practicar el desapego o que verdaderamente la tecnología ha hecho su trabajo y me ha permitido estar presente aún sin estar cerca; pero lo cierto es que me he encontrado con otros desafíos importantes como el idioma y más aún la estabilidad financiera en una sociedad 100% consumista que te pone tantas opciones enfrente y te hace la vida "tan fácil" que es muy difícil resistirse a una oferta cuando encuentras un vestido en $2 dls aún sabiendo que no lo necesitas.
Pero indudablemente lo más retador de todo ha sido volverme a mirar y aceptar la realidad de que nuevamente estoy empezando. Si miro hacia atrás en mi vida, puedo fácilmente dividirla en temporadas como hacen las series de Netflix y hacer una descripción detallada de mi yo de ese entonces y mis circunstancias y la historia que sucedió ahí... y podría quizá abrir un blog para cada una de esas temporadas y nombrarlas y escribir desde cada uno de esos lugares por los que he transitado... y así es como me encuentro en el inicio de esta nueva temporada que empezó tan emocionante como venir a vivir a Estados Unidos con un saldo de -$200,000 pesos en la bolsa que a veces nos quita el sueño y nos impide pensar todavía en dólares. Y si a esto le sumamos que pronto tendremos que enfrentar a mi hijo más pequeño a una nueva cirugía (su tercera en menos de un año) por una condición totalmente innevitable y confiar en los médicos que nos han recomendado aún cuando no los conocemos... y además con otro hijo entrando frenéticamente en la rebeldía de la adolescencia con puertas que se azotan y música a todo volumen en el baño... bueno, ya me dio curiosidad saber cómo va a transcurrir esto... Y es que afortundamente mi vida nunca es aburrida, ni tranquila y aunque intento ser lo más zen que puedo, y meditar y no estresarme y planear todo lo mejor posible para que no haya apuros ni tensiones... pareciera que mi misión en la vida es simplemente vivirla y adaptarme a las circunstancias lo mejor posible.
Tal vez esto que escribo suene muy fácil para algunos, pero para mi, es todo un desafío porque a la vez tengo esta voz en mi cabeza todo el tiempo que me dice que tengo que hacer algo más: crear un nuevo curso, abrir otro blog, estudiar una maestría, conseguir un nuevo trabajo, salir y hacer amigos, ayudar a la comunidad y esa es la parte difícil: CONTROLAR MIS PENSAMIENTOS. Sé que es necesario hacerle caso a la intuición, pero a veces es complejo para mi discernir entre intuición y autosabotaje. Y así hay días que no puedo ni salir de la cama y otros que quiero salir y comerme el mundo.... no sé si a todos les pase esto de vez en cuando, pero creo que a eso se refiere el "cuántas oportunidades te da a ti la vida" ... y la verdad es que sí: me da muchas oportunidades; al menos me da una nueva cada día y trato de vivirla con esa consciencia.
Pero en fin, la idea no es atiborrar este post con tooooodo lo que pienso pues no acabaría nunca de escribir, simplemente dejar salir las primeras ideas de esto que apenas comienza y dejarme guiar por este viento de cambio que me ha traído a este lugar. Este no es un salto al vacío si no un salto cuántico para el cuál tengo un colchón en el fondo que se llama salud mental y prioridades.
Estoy segura de que esta temporada traerá muchos nuevos aprendizajes que plasmaré en medida de lo posible en este blog, al cuál le he cambiado el nombre de "Chilanga Viajera" a "Chilanga Viajera 3.0" haciendo alusión a la evolución que ha habido en mi a lo largo de estos años y a la que me estoy enfrentando nuevamente en este momento.
¡Gracias a los que llegaron hasta aquí y a los que me acompañan de cerca en este camino!
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