A lo largo de la vida nos lamentamos de muchas cosas: de lo que no tenemos, de quienes no fuimos, de los lugares que no conocimos, etc. Así me pasó a mi por muchos años, hasta que la vida me fue demostrando que cada uno de los anhelos y sueños que yo en algún momento manifesté o simplemente imaginé, se han ido cumpliendo. El tema es que normalmente no se cumplen en el momento o con las personas con las que creíamos que debían suceder, sino cuando estamos listos para vivirlas.
Mayo 2019 |
Claro, que también en la vida, a medida que vas siendo consciente vas tomando mejores decisiones, aprendes a manifestar cuidadosamente tus deseos y lo mejor de todo: si pones manos a la obra, puedes diseñar y vivir esa realidad que tanto anhelas.
Vivimos la vida acelerada de lo que "tocaba" y hace poco más de un año, vino a mi con una noticia: se abriría un puesto en esta ciudad y él era el mejor candidato!
Después de valorarlo, platicarlo en familia, esclarecer nuestros proyectos, valores e intenciones, decidimos tomar la oferta que le hicieron y en menos de 2 meses estábamos viviendo una vida completamente distinta. No voy a decir que todo ha sido fácil, pero tampoco me puedo quejar. Es un lugar que nos ha traído una paz anhelada desde hacía muchos años, seguridad y sobre todo unión familiar. Los que han migrado de su lugar de origen o viven expatriados en familia, sabrán que cuando estás lejos del resto de aquellos que consideras "tu gente" no te queda más que aferrarte a quienes te acompañan en ese viaje y eso es lo más maravilloso de todo.
Hace unos días, chateaba con unas amigas que acaban de migrar lejos de sus familias y reconozco en ellas ese sabor agridulce que te dan las primeras semanas lejos de "casa" en donde todo es ajeno aún pero con olor a nuevo y tu cuerpo, tu mente y tu alma empiezan a llenarse de la nueva experiencia. Pero a la vez, te sabes tan lejos, piensas en todo lo que fuiste capaz de soltar y te miras con tu maleta en la mano, pensando: ¿qué nos traerá esta nueva aventura?
A un año de haber migrado por segunda vez de mi país, puedo decir que soy afortunada por poder experimentar todos estos sabores y experiencias que te marcan, que te abren la puerta al mundo de lo desconocido pero te llevan a conocerte aún mejor. Cuando te reconoces extranjero, lejano, diferente, no sé cómo explicarlo pero te haces más tú! Al menos así ha sido conmigo y con los míos. Ciertamente este acto requiere de valentía y de un gran salto de fe en que esa decisión que estás tomando es la mejor y en nuestro caso, hasta ahora, así lo ha sido.
Claro que nunca pensé vivir una pandemia mundial dentro de esta temporada de vida, pero hasta eso le ha dado un sabor único que nos hará recordarla por siempre. Hoy lo celebro así, integrando todo lo vivido, lo acogedor de nuestro hogar, los campos verdes que recorremos, las estaciones que cambian frente a nosotros y nos dejan admirarlas, los animales que nos rodean y estos momentitos de paz en los que puedo sentarme simplemente a reflexionar y dejar que salgan las palabras para compartirlas.
Hoy nos denomino una familia #intercultural que ha sabido integrar y vivir esta experiencia al máximo y me siento muy orgullosa por ello.
¡Así que ten cuidado con lo que deseas, porque seguramente lo tendrás aunque no sepas cuándo ni cómo!
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